lunes, 30 de mayo de 2011

Fotografias

Muchas veces me pasa que veo las cosas en forma de película. Oigo una canción y en mi mente se crean las imágenes, los giros de la cámara, la iluminación, el vestuario, la tonalidad de la película, los escenarios, los enfoques... todo, en cuestión de segundos. Como si mi cerebro se hubiese convertido en una cámara fotográfica.

Una chica, un tren viejo, tonalidades marrones, camina por el pasillo, en los asientos a medida que avanza hay músicos sentados tocando, corre, oscuridad, sensación de claustrofobia, ruptura, luz luz luz, pradera, bosque, vestido vaporoso, luz cenital, viento, telas que flotan, violonchelos en un campo de cebada, pianistas en un claro de un bosque, correr correr correr , claro-oscuros, contra picados de cámara, difuminación de la música, reencuentro en el límite bosque-campo de cebada, una mirada, dos manos que se extienden para tocarse.... fundido en negro.
Suena "Run" de Leona Lewis en mis oídos.

Todo ello, en mi mente en 5:14 minutos. Antes blancura y nada, de repente todo.
No se como pararlo, mis ojos se han convertido en objetivos, enfocando, desenfocando, buscando siempre ese ángulo del que nadie se acuerda. Me fascina poder ver el mundo de una forma tan dinámica tan cambiante.
Me siento distinta al resto de una forma tan intríseca....
No se ponerle fecha a la primera vez que mis manos cogieron una cámara fotográfica, solo sé que siempre ha estado ahí, al alcance de mi mano. Ha sido en los últimos años cuando de verdad he comprendido lo que significa.
Hoy en día todo el mundo tiene una cámara, de mayor o de menor calidad, pero todo el mundo, con una simple presión de su dedo anular Tac! tienen una foto, un momento capturado en pixeles directo a las siempre-olvidadas carpetas del ordenador. El valor del fotógrafo , de aquel que juega con la luz, las formas, los reflejos, se ha difuminado en el consumismo, en la masividad.
Tampoco puedo ponerle fecha al momento en que dejé de ver ese objeto de múltiples botones y lentes como un simple acompañante de viaje turístico y fiesta de cumpleaños. Pero una vez que ese cambio se produjo, he sido casi incapaz de sacar fotos sin pensar en la composición, el contraste, la plasticidad...
Me hace sentir alienigena. a veces hecho de menos esas fotos "vacías" de fotografía, pero esos ángulos olvidados me llenan tanto....
No me gusta considerarme fotógrafa, sueño con serlo;
pero también sueño con cuentos de hadas y mundo mágicos como si fuera una niña de 5 años, pero los sueños nos hacen lo que somos, no somos una fotografía estática, aunque halla veces que ésta sea capaz de arrancarnos el alma en un solo disparo.

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